jueves, 21 de febrero de 2013

[Apuntes de Filosofía] LOCKE. Contextualización

El texto objeto de comentario es un fragmento del Capítulo 9 del Segundo tratado sobre el gobierno civil, del filósofo inglés John Locke (1.632- 1.704). La obra se divide en diecinueve capítulos subdivididos, a su vez, en diferentes parágrafos (el fragmento que se analiza en la PAU corresponde a los parágrafos 123-128 del Capítulo 9). El tema central de esta obra es el origen y fundamento del poder político y de la autoridad, que Locke sitúa en el pacto voluntario entre los súbditos: las relaciones de poder no dependen ni de la voluntad de dios ni del derecho de herencia, sino del acuerdo entre gobernantes y gobernados. Al hilo de esta temática, la obra aborda otras cuestiones de filosofía política entre las que podemos destacar las siguientes: estado de naturaleza y derecho natural; leyes naturales y leyes establecidas; división de poderes; derecho a la propiedad privada; derecho a la sublevación contra los gobiernos injustos…  El Segundo tratado sobre el gobierno civil forma parte de los Dos tratados sobre el gobierno civil, publicados en 1690, donde John Locke defiende los intereses del liberalismo a la luz de las reformas liberales introducidas a lo largo del Siglo XVII.

Otras obras del autor que guardan relación con las ideas expuestas en estos dos tratados son:

-Ensayos sobre la Ley de la Naturaleza, donde Locke defiende la existencia de unas leyes naturales que afectan a todos los hombres. Estas leyes pueden ser descubiertas mediante la razón.

-Ensayo sobre el entendimiento humano, investigación sobre los límites y las facultades de nuestro conocimiento.

-Tratado sobre el gobierno civil, dividido en dos partes. En el primer tratado niega la legitimidad del derecho divino de los reyes, ya que aceptarla implicaría aprobar la desigualdad entre las personas. En el segundo tratado desarrolla una teoría del pacto social como origen del Estado.

-Carta sobre la tolerancia, diversos escritos acerca de la separación entre la Iglesia y el Estado, un requisito que este autor considera imprescindible para toda sociedad democrática.

El pensamiento de Locke queda encuadrado dentro de la Filosofía Moderna. Los filósofos de este período centrarán sus reflexiones en el valor del conocimiento y la razón, dando una mayor importancia al individuo como sujeto de conocimiento. Tanto las matemáticas como las ciencias empíricas van a proporcionar el modelo metodológico de las dos líneas de pensamiento europeo más importantes en este período: Racionalismo y Empirismo. Locke formará parte de la corriente empirista, que se desarrolla entre los Siglos XVI y XVIII, junto a otros autores como Hume, Bacon o Berkeley. En el Siglo XVIII, Kant formulará magistralmente una síntesis entre Empirismo y Racionalismo que, en sus formas fundamentales, ha perdurado hasta nuestros días.

En el terreno de la filosofía política, Locke es uno de los principales representantes del liberalismo clásico. Las ideas liberales surgen a lo largo de los Siglos XVII y XVIII como una respuesta al poder ilimitado de la monarquía absoluta y de la Iglesia. El liberalismo, con su tendencia naturalista, se enfrentará al absolutismo de origen divino. Así mismo, las ideas liberales representan las exigencias de una burguesía emergente que ve en las antiguas formas de poder un obstáculo para su desarrollo económico, al mismo tiempo que quiere acceder al poder político que, antiguamente, sólo estaba en manos de la nobleza y el clero.

El pensamiento de Locke ha influido en multitud de autores posteriores. Su teoría del conocimiento fue recogida por Hume, quien la tomó como punto de partida para desarrollar su empirismo escéptico. Leibniz elaboró su propia teoría del conocimiento partiendo de una crítica a las ideas de Locke: restó importancia a la experiencia sensible y postuló la existencia de ideas innatas (aquellas que ya están en nuestra mente desde el momento de nacer). Las ideas políticas de Locke fueron recogidas por Rousseau en su obra El contrato social. También ejercieron una gran influencia en Montesquieu, quien llevó las ideas de Locke desde las islas británicas hasta el continente europeo. Adam Smith, Stuart Mill, David Ricardo o John Rawls, por poner sólo unos cuantos ejemplos, son otros de los autores que recibieron la influencia directa de las ideas de John Locke.

por Francisco García Morales
Profesor de Filosofía 

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