jueves, 23 de julio de 2015

Felipe II: política interior y política exterior. [Historia de España, 2º de Bachiller]




A. Introducción

Carlos I dejó sus dominios en España, América, Borgoña e Italia en manos de su hijo, Felipe II. Sus derechos imperiales y dominios austríacos quedaron en manos de Fernando, su hermano.

Al igual que su padre, Felipe II tiene dos objetivos fundamentales:

1.      Luchar por la hegemonía en Europa.
2.      Defender sus territorios ante sus enemigos.

Su reinado se extiende desde 1556 hasta 1598.

B. Desarrollo

I. POLÍTICA INTERIOR

Las condiciones del reinado de Felipe II son muy diferentes a las de su padre. Tiene que realizar algunas adaptaciones a los nuevos tiempos:

1. Establece su Corte en Madrid. Gobierna el resto de sus dominios desde la distancia.

2. Su política se hispanizó. Felipe II era castellano de nacimiento y no extranjero, como fue su padre. Sus consejeros eran españoles y los intereses de Castilla cobran un peso especial en la toma de decisiones. Esto evita las tensiones internas con la nobleza castellano-aragonesa.

3. Política confesional. Impulsa la Contrarreforma en España y aspira a ser el líder de los católicos. La unidad religiosa de Europa ya es algo imposible.

4. Aumento del autoritarismo político y religioso. Termina reactivando las rebeliones internas. 


1. Guerra de las Alpujarras (1568-1570).

La revuelta de los moriscos de Granada fue la revuelta interior más importante de este período. Los moriscos seguían practicando la fe musulmana y no se integraban en la sociedad cristiana, de manera que constituyen un importante problema social y religioso. También pueden llegar a suponer un problema político, pues son aliados potenciales de los turcos y de los piratas berberiscos. Para intentar solucionar estos problemas se prohibieron algunas prácticas de origen musulmán: idioma árabe, ropas, apellidos, ceremonias y costumbres. Este fue el inicio de la revuelta.

La revuelta fue aplastada por Don Juan de Austria, hermanastro de Felipe II, y los ochenta mil moriscos de Granada fueron deportados y repartidos por toda Castilla.

2. Rebelión de Aragón (1590-1592).

La rebelión se origina por un enfrentamiento entre Felipe II y el Justicia Mayor de Aragón, máxima autoridad judicial de la Corona. Felipe II quiere nombrar como virrey de Aragón a un castellano. También quiere incluir el condado de Ribagorza en la jurisdicción castellana, cuando estaba en manos de un señor feudal local (aragonés). El Justicia Mayor de Aragón, máxima autoridad judicial en la Corona de Aragón, se opone a estas medidas y se enfrenta a Felipe II.

Al mismo tiempo ocurre otro acontecimiento: Antonio Pérez, antiguo secretario del rey en Aragón, escapa de la prisión donde estaba encerrado acusado de haber matado a un cargo público. El preso huido se refugia en Aragón, donde la justicia real no puede aplicarse debido a los fueros aragoneses, y es acogido por el Justicia Mayor. El rey recurre al tribunal de la Inquisición, con poder en Castilla y Aragón, acusando de hereje a Antonio Pérez. En ese momento se desencadena un motín en Zaragoza que logra sacar de la cárcel de la Inquisición a Antonio Pérez. El ejército real sofocó la rebelión y ejecutó a algunos de los participantes, aunque Antonio Pérez logra huir.

Como consecuencia, Felipe II obtuvo la jurisdicción del condado de Ribagorza y el poder para elegir virreyes. A pesar de esto, respetó las instituciones y fueros tradicionales de la corona de Aragón. 

II. POLÍTICA EXTERIOR

Felipe II hereda de su padre, Carlos V, dos objetivos políticos fundamentales:

1. Conseguir la hegemonía europea.
2. Defender los territorios reales.

1. Defensa del Mediterráneo

El enemigo en el Mediterráneo sigue siendo el mismo: el Imperio turco y los piratas berberiscos del norte de África. Felipe II pone en marcha un plan para la construcción de nuevos barcos en Italia y Cataluña, de manera que la flota española será mucho más poderosa que durante el reinado de Carlos V. También se buscan aliados que incrementen el poder naval de los españoles. Tras la invasión de la Isla de Chipre por parte de los turcos, la República de Venecia pide la ayuda del papado y de Felipe II, formando la Liga Santa (España, Venecia y el papa).


-Batalla de Lepanto (1571): los turcos son vencidos por la Liga Santa. Esta importante victoria demuestra que los turcos no son invencibles. Su acceso al Mediterráneo occidental queda cerrado, pero los piratas seguirán acosando las costas españolas durante años. 


2. Rebelión de los Países Bajos (1568-1648)

Conflicto importantísimo que se prolonga, con algunas interrupciones, durante ochenta años. Provoca gran parte de la ruina económica española.

En el origen del conflicto destacan dos factores:

a) Los calvinistas (protestantes) sufren una dura represión por parte de las autoridades españolas. A pesar de haber renunciado a la unidad religiosa dentro de Europa, aquellos que no son católicos no tienen los mismos derechos dentro de los territorios españoles.

b) Felipe II trataba a los Países Bajos como a una simple provincia de España, y no como a un Estado independiente, cobrando unos impuestos excesivos.

El descontento generado por esta situación hizo estallar una serie de disturbios populares. Para reestablecer el orden en la zona, Felipe II envió como gobernador al duque de Alba, que fue acompañado por los temidos tercios. Su misión consiste en acabar con toda oposición política y religiosa, para lo cual llevaron a cabo una durísima represión: confiscaron los bienes de los rebeldes y ejecutaron a más de mil personas en sólo seis años.

Un noble llamado Guillermo de Orange consigue escapar de esta represión y se refugia en las provincias del norte (Holanda y Zelanda), donde abraza el calvinismo y se enfrenta a los españoles. Comienza entonces una larga guerra que acaba con la división del territorio en dos zonas:

a) Flandes: provincias católicas del sur (Bélgica y Luxemburgo).

b) Provincias unidas: provincias calvinistas del norte (Países Bajos).

El fracaso de Felipe II en los Países Bajos se debe a los siguientes factores:

a) Ausencia de una flota atlántica. Los barcos españoles son incapaces de navegar en el océano Atlántico y las tropas españolas tardaban meses en llegar por tierra.

b) Propaganda. Los holandeses difundieron a través de folletos el mensaje antiespañol, calificando su lucha de enfrentamiento contra la tiranía.

c) Dificultades financieras. Los enormes gastos generados por una guerra tan larga y a tanta distancia generan continuos motines de las tropas, que no cobran su dinero y pasan todo tipo de dificultades económicas.

3. Guerra con Inglaterra y unión con Portugal

La reina Isabel I de Inglaterra apoyó a los rebeldes en los Países Bajos por dos motivos:

1. Motivos políticos: frenar el avance español al otro lado del Canal de la Mancha.

2. Motivos religiosos: la reina Isabel es una anticatólica convencida.

Para luchar contra Inglaterra, Felipe II necesita tres cosas:

1. Flota poderosa. Mandó construir la Gran Armada, conocida satíricamente como la Armada Invencible.

2. Base terrestre. Esta base se establece en los Países Bajos, tomando el Canal de la Mancha como sitio estratégico.

3. Puerto atlántico. La unión de Portugal a la corona española, tras la muerte sin descendencia de su último rey, permite a España disponer de un puerto atlántico seguro donde concentrar a toda la flota.

Inglaterra fomentó la piratería en el Atlántico, atacando a los barcos españoles que venían desde América cargados de oro y otros metales. El enfrentamiento con los ingleses fue un absoluto fracaso y la paz no se firmó hasta el siglo XVII.

C. Conclusión

La situación económica es la misma que durante el reinado de Carlos I: los elevados gastos militares llevaron a la corona al borde de la bancarrota, teniendo que solicitar constantes préstamos a banqueros alemanes, flamencos, genoveses… Los ingresos también tienen el mismo origen: sobre todo provienen de los impuestos castellanos y los metales procedentes de las Indias, pero también del ejército y la Iglesia. Después del desastre de la Armada Invencible se crea un nuevo impuesto, los millones, que se aplica a los alimentos esenciales. La organización del Estado y sus instituciones también fue la misma que durante el reinado de Carlos I. Durante el reinado de Felipe II continúa el poder militar y político de España en todo el mundo, sumando ahora los territorios de Portugal, que ha quedado en manos de Felipe II.


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